El Sagrado Corazón

Construida entre 1875 y 1914 sobre el monte de los mártires (Montmartre), el lugar donde San Denis, primer Obispo de París (s.III), fue decapitado por su fe, la basílica fue consegrada al culto católico en 1919 y dedicada al Sagrado Corazón.

El Corazón traspasado es la revelación del Amor del Padre para nosotros :
“Llegando a Jesus, como le vieron ya muerto,
No le rompieron las piernas,
Sino que uno de los soldados le atravesó con una lanza el costado,
Y al instante salió sange y agua.” (Evangelio según San Juan 19, 33-34)

En esta basílica, el Amor de Dios para nosotros se manifiesta en :

  • La celebración de la Eucaristía ( Misa) ;
  • El canto del Oficio Divino con las Benedictinas del Sagrado Corazón de Montmartre a las que se unen sacerdotes y fieles ;
  • La intercesión por la Iglesia y el mundo : aquí, día y noche, alguién reza al Señor ;
  • El sacramento del perdón y de la Misericordia (Confesión) :
    “Venid a mí todos los que andáis agobiados con trabajos y cargas, que yo os aliviaré, dijo el Señor. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de Corazón…” (Mt 11,28) ;
    -* La Adoración del Santísimo Sacramento :
    “Yo soy el pan de la vida ; el que viene a mí, ya no tendrá mas hambre, y el que cree en mí, jamás tendra sed…
    Porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo el que vea al Hijo y cree en El tenga la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.”
    (Evangelio según San Juan 6, 35;40)
Adorar es rendir a Dios el homenaje que se le debe. Nos ha dado todo en su Hijo, ¿Y nosotros, que vamos a darle ?
Adorar es interceder para las necesitades de los hombres. La desgracia de los hombres está constantemente presente en nuestra mente y reclama nuestra intercesión para nuestros hermanos.
Adorar es una acción sin limite. El más pobre de los creyentes, cuando no tiene gran cosa por dar, todavía dispone de una riqueza desconocida : sacar mediante la oración en el tesoro infinito de la misericordia de Dios, para participar en la Salvación del mundo.
Esto es lo que nos llama a la Adoración perpetua.